sábado, 15 de enero de 2011

SEXO EN MADRID x00: Piloto



Erase una vez 4 amigos en medio de una ciudad: Juan, Lucía, Xacobe y yo (Oscar).

Conocí a Juan en mi primera cita a ciegas. Él me esperaba en la entrada del centro comercial y yo, al verlo, me quedé paralizado al lado de él sin querer identificarme. Las citas a ciegas uno debiera ir siempre con una petaca de vodka para romper el hielo. Cuando finalmente me disponía a darle plantón Juan me llamó al móvil y supo que el chico de su cita a ciegas estaba a su lado y que era yo. Tres cervezas más tarde nos reíamos de lo ocurrido y tres citas después sabíamos que nuestra relación sería más vertical que horizontal.

En mi primer día de universidad me perdí intentando llegar a mi clase así que cuando iba a darme la vuelta e irme a casa una provocativa chica de pelo moreno y cazadora de cuero me ofreció ayuda. Esa extraña de prematuro buen gusto para la ropa resultó que se llamaba Lucía, que iría en mi clase los próximos años de universidad, que viviríamos juntos y que la vida nos depararía 8 prósperos y largos años de amistad.

El Halloween de mis 18 años daba una fiesta en casa. Juan me presentó a su nuevo novio. 18 minutos más tarde Pero entré en mi baño para descubrírlos en lo que a mi me gusta llamar... una situación a cuatro patas. Esa vez sí que me fui de verdad y aprendí que todos los baños debieran tener cerrojo. El chico que en cuestión mordía almohada (o pared) se llamaba Xacobe. Un año después habrían roto, al siguiente tenían "sexo libre" y los 6 restantes optaron por mantener una relación con la cremallera cerrada... casi siempre.

Cada uno de su padre y de su madre, diferentes y distintos hasta la saciedad; lo único que teníamos en común es que desde el 2009 compartiríamos piso y empezaríamos una pelea por sobrevivir en el amor y en el sexo en la gran ciudad.

Y así nació... Sex in Madrid.

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