lunes, 26 de julio de 2010

15 PELÍCULAS

15 PELÍCULAS QUE CAMBIARON MI FORMA DE VER EL MUNDO Y DE ENTENDER EL AMOR.
15 PELÍCULAS CON LAS QUE CRECÍ, ME EMOCIONÉ Y SENTÍ.
15 PELÍCULAS INCREIBLES.

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ISABEL COIXET



CHILDREN SEE, CHILDREN DO



miércoles, 14 de julio de 2010

FALL IN LOVE


Las personas de habla inglesa llaman a enamorarse "fall in love" (caer en el amor). El término enamorarse no existe como definición, ellos utilizan la definición como término. Caer en el amor.

Caes por que de repente ese sentimiento lo envuelve todo. Se te nubla desde la vista al juicio. Enturbias los defectos, engrandeces los afectos. Todo lo demás se queda fuera del alcance de la vista. Sólo amor, sólo esa persona, atemporalmente, para siempre.

Caes por que es cómo un vicio, como una droga, una dependencia. Cuando está cerca tu piel se eriza, el pulso se acelera, las glándulas sudoríparas se excitan, la actividad cerebral cambia y el sistema nervioso se desboca. Tiene síndrome de abstinencia y pesa la ausencia, la distancia y el silencio. Siempre quieres más. Aún juntos, cuerpo contra cuerpo, piel contra piel, el instinto te llama a entrar dentro de esa persona o a querer que entre dentro de ti. Cómo un impulso de fusión, de hacer dos en uno.

Cuando caes en el amor la vida cambia de color, de orden, de prioridades. Es una afección de martirio lento y placentero, innata del instinto, vacía de racionalidad, genéticamente imposible de eliminar, sin cura, sin control. Y cuanto menos control y más visceralidad más poderoso se vuelve, capaz de hacerte sonreír, sonrojar, excitar, desear, ser feliz.

En la vida echamos mano de la conciencia para absolutamente todo. Todo supone un debate mental, hasta la más mínima acción es la consecuencia de una acción cerebral en cadena. Sin embargo el cuerpo elige a quien amar indiferente a nuestro control: no puedes decidir tus gustos ni tu adicción. Y el amor es eso, un objeto que gusta de forma aditiva. El olor que desprendemos al desear, el que recibimos al oler el cuerpo ajeno, el sudor, los gestos... un mecanismo físico automático imparable.

Yo caí en el amor varias veces en mi vida. Algunas veces tal como me caí me levanté con el paso del tiempo. Otras veces resumí que caí en una adicción errónea, contraproducente a mis principios. Pero si no se dan ninguno de esos dos preceptos, incluso más allá de la muerte creo que mi cuerpo, por sí solo extrañaría su presencia más allá de su ausencia. Lo buscaría en los sueños de la noche, en las miradas a la deriva. Incluso sin saberlo. Incluso sin sentirlo.

Quizá por eso tanta gente siente que ha perdido una parte de sí misma. Quizá por cada amor imposible se nos escapa un trozo de esa capacidad y potencialidad de caer en el amor. Hasta que al fin resuelves un sentimiento como un logaritmo matemático. Sin pasión, sin adicción, sin locura, sin gravedad, sin volcanes de sentimientos, pérdidas de control, sofocos corporales, enredos mentales. Y así... pragmáticos por la vida adelante firmas relaciones como quien adquiere un bien, como quien compra amor por que le conviene.

Y el amor es efímero. Por gracia o por desgracia es como un perfume que con los años se evapora. Se puede cuidar con más o menos esmero su preciado contenido pero su magia, indiferente a los intentos intelectuales, como físicamente un día vino, un día se irá. Entonces, y sólo entonces, quizá una pareja pueda crear su propio aroma, cual mímesis de lo vivido, experimentados en el arte de amarse y dejar de ser dos puntos en distintas direcciones para ser sólo uno en el universo en el mismo universo.

lunes, 12 de julio de 2010

I´M STILL WAITING



No sé cómo decírtelo o cómo hacértelo llegar;
pero acallar los sentimientos no es buena forma de actuar.

Por eso decido siempre desacerme en palabras
para contarte al oído que mi corazón está que estalla
por que tengo una vida, tengo una pasión
y un silencio por tu parte.
Tengo cariño, amor y ambición
y mil cosas más por las cual él late.
No puedo decirte que es tuyo
...y tú quedarte al margen.

Por que la vida sigue día tras día
en este mundo cambiante
y quedarme en mitad de la carretera
no está siendo saludable.

Por que no quiero esperar al teléfono
y mucho menos llamar a tu ausencia
Porque no quiero tender mi vida en apuesta
cuando no hay nadie al otro lado de la mesa

Y aunque entiendo que quieras conducir con la cabeza
o lo que es peor, darte tiempo para escuchar tu corazón
Cada minuto que pasa me das más miedo
por que nunca entendí así el amor.

ES IMPORTANTE



Es importante - Lejos - Despistados

Es importante tener el control
Son importantes las pilas del mando
Es importante que la inspiración te pille trabajando
Es importante perder la razón imprescindible que sea en tu cuarto
Que no te vaya a encontrar el amor esta noche tiritando

(Estribillo)
Pero lo cambio todo por tus manos
quitandome la ropa viento en popa
recoge que nos vamos

Es importante cambiar de color
Es importante saber que hoy es martes
Que no podría aguantar hasta el lunes que viene sin tocarte
Es importante acabar la canción
Es importante viajar a otra parte
Es importante saber que soy yo en el que piensas cada noche al acostarte

Pero lo cambio todo por tus manos
quitandome la ropa viento en popa
recoge que nos vamos

Es importante aprender la lección
Es importante saber lo importante
No es imposible ganar sin jugar ni llegar sin arriesgarte

Pero lo cambio todo por tus manos
quitandome la ropa viento en popa
recoge que nos vamos

viernes, 2 de julio de 2010

MIRÁNDOSE A UN ESPEJO


El paso de vivir en un pueblo o una pequeña ciudad a morar en el corazón más cosmopolita del país tiene sus substanciales diferencias. Por su vertiente más evidente las opciones su multiplican, hay otro tipo de trabajos, nuevas y múltiples formas de ocio, pluralidad cultural y social, más opciones educacionales, mayores posibilidades de comunicación y conocimiento, quizá más riqueza cultural y una visión más abierta del mundo.

Sin embargo, detrás de sus monumentos y lugares emblemáticos, más allá de sus avenidas luminosas y eternamente transitadas, más allá de las discotecas, teatros, cines, museos y restaurantes toda gran ciudad esconde un oscuro secreto.

No lo piensas. No lo notas. Ni si quiera lo imaginas... hasta que un sábado noche tu mejor amigo ebrio de alcohol te confiesa que desde que vive en Madrid ya no se reconoce y que ha perdido tantos valores como toda la fe posible en el amor.

Entonces te posas frente al espejo roto de una discoteca y cuando observas el reflejo y te devuelves la mirada comprendes porqué uno nunca debiera echar raíces en una ciudad.

Millones de personas en constante movimiento acostumbradas al dinamismo humano, lo que llega, lo que se va, nada se mantiene. Aquí todos aprenden una lección de bienvenida; en una ciudad se vive sólo. La soledad es el sentimiento por excelencia de cualquier gran ciudad, el sentimiento irónico de que no hay nadie más cuando no hay más que gente alrededor. Todos tienen una vida propia, secretos, objetivos. Las relaciones son la intersección del ocio y la coexistencia, el efecto colateral. Ya no hay intención de hacer amigos o de tener novios.

Entonces comprendes porqué en las grandes ciudades todo el mundo se mueve en internet por redes sociales. Los 6 amigos del messenger del pueblo de la infancia pasan a los 600 agregados que apenas distingues, tuenti, facebook, bakala, manhunt, y una interminable lista de páginas suscritas con el único sentido de nitigar el sentimiento.

La debacle llega así a su apogeo, cayendo en el punto del que intentas salir. ¿Cómo hacer un amigo en un cásting de mil personas? ¿Cómo encontrar el amor? Todos son iguales, sin historia propia ni pasado, parten de la nada. Te interesa uno hoy, otro mejor mañana, a la semana están supeditados a otro cásting de 100. Entonces te cansas y observas el proceso... y lo más peligroso... aprendes: los conceptos de relaciones abiertas, intereses económicos e infidelidades son banalidades admitidas entre risas. "Todo el mundo lo hace", "No te preocupes por cagarla que hay mil más", "A mi me lo hicieron y no es para tanto", "Esa persona no era tan importante, no pasa nada porque..."; todo para acabar en un sonoro y generalizado "Yo aquí ya no me fío de nadie".

Una vez escuché: "vive un tiempo en un lugar pequeño, pero vete antes de volverte demasiado débil; vive un tiempo en una gran ciudad, pero márchate antes de volverte demasiado duro". El problema es que no dijo que hacer después.

jueves, 1 de julio de 2010

LAS DECISIONES DEL TIEMPO



A los 22 años yo estaba en 4º de carrera. 25 años antes mis padres se conocieron.

Mi padre me hizo un álbum de fotos cuando era pequeño. En ese álbum de fotos coló varias fotos de él y de mi madre con 20 años. En una en particular ambos aparecen abrazados. Durante muchos años me pregunté si se podría por una foto saber si había amor de verdad entre dos personas; por su mirada, por la forma en que enlazaban sus brazos, por su rostro...

Ellos se conocieron a la 20 años. 20 años.

Años más tarde le pregunté si a mi padre si realmente la había querido, si ella era entonces la mujer de su vida, si con sus 47 años y las experiencias que la vida le ha regalado sabía reconocer si lo que vivió con ella era realmente amor y si estaba enamorado. Si volviese a nacer ¿Volvería a casarse con ella a los 21 años? ¿Le volvería a hacer el amor para acabar siendo padre de un niño un año después?

Mi padre dice que se casó felizmente enamorado. Que el día de su boda fue el más feliz de su vida hasta el día en que se convirtió en padre. A pesar de los miles de problemas familiares y económicos que tenían por entonces nunca miraron atrás y no dudaron en dar un paso más y darme una hermana con la que compartir mi vida.

Dos años más tarde ella nació. Yo tenía 2 años. Mi padre 24, mi madre 23.

Han pasado dos décadas y la sociedad ha evolucionado pero... ¿Acaso no estamos más perdidos que nunca? Llenos de miedo, andamos por lógica y según el dictado de la razón, pero.... ¿Es eso lo correcto? ¿Es eso lo que quiero?

¿Hay una edad para el amor, para casarse o tener hijos?
¿Va antes la formación que el trabajo? ¿Antes el trabajo que el amor?
¿Cual es el lugar y el peso que ocupan las cosas más importantes en nuestra vida? ¿Hay segundas oportunidades? ¿Hay cosas que pueden esperar?

Mi tía me dijo hace un mes que casarse con su marido y tener a mi prima (que nació sólo 25 días antes que yo) fueron cosas que ahora habría pospuesto unos años con el objetivo de tener un futuro mejor.

El número de opiniones que he recibido son tantas cómo diferentes a un mismo respecto. Entonces... ¿La clave es elegir con la cabeza? ¿La clave es elegir con el corazón? ¿Y si al hacerlo te equivocas? ¿Y si por no hacerlo pierdes más de lo que nunca tendrás?

A medida que avanzas la vida se complica y exige respuestas difíciles de contestar. Me pregunta todos los días qué es lo que quiero y me quedo inmóvil mirándome los pies sabiendo que el paso que dé puede ser uno sin marcha atrás.

Y aterra.

Uno mira todo lo que otros perdieron. Uno mira lo que quiere, sueña con tocarlo, con abrazarlo, retenerlo y que le prometan que nada de lo que ocurra en la vida lo va a separar de él... pero todo parece tan frágil... se rompen tantas cosas... que a veces parece mejor la idea de no ganar para no perder.