miércoles, 30 de marzo de 2011

Sexo en Madrid _ 2x00 _ Anteriormente...


¿Cuándo???

Hace mucho tiempo erase una vez 4 amigos: Juan, Lucía, Xacobe y yo.

Conocí a Juan en una cita a ciegas preparada por internet. Lo nuestro fue desamor a primera vista y tres citas después ya sabíamos con certeza que nuestra relación sería más vertical que horizontal. Lo que nadie sabía es que un mejor amigo te podía llegar desde la ciber-realidad.

En mi primer día de universidad no hubiese encontrado mi clase de no haberme cruzado con Lucía. Esa morena explosiva con cazadora de cuero sería mi compañera de clase, mi compañera de piso y cuidaría de mis pasos como ese día durante el resto de mi vida.

Conocí a Xacobe siendo el novio de Juan. Me gustaría contar que fue bonito pero lo cierto es que lo descubrí en un baño en lo que a mi me gusta llamar una situación "a cuatro patas" (nota mental: cerrar siempre con cerrojo). Un año después habrían roto, al año siguiente tendrían "sexo libre" y los seis restantes optarían por una relación a cremallera cerrada... casi siempre.


¿Dónde???

En Madrid. Aunque todos nosotros nos conocimos en Galicia y en distintos momentos de nuestras vidas, sería este quinto personaje el que nos uniría en un mismo punto, tiempo y lugar. Así, Madrid y nosotros nos conocimos una tarde de Agosto del 2008. Así, ese día, los cuatro comenzábamos el primer capítulo de nuestras nuevas vidas.


¿Porqué???

Juan a sus 30 años es un hombre pegado a tres cosas: a su Iphone, a su moto y a mi. Trabajaba de Agente de Seguridad en Galicia, cuando supo que me iba a la capital, desapareció durante dos días y volvió con los papeles firmados de su traslado a la oficina central.

Jacobo era de Ourense. Cansado de que allí su apellido fuese "marica" "muerde almohadas" o "torcido", y una vez finalizado un curso de formación superior, decidió que se trasladaría a la capital a estudiar publicidad hasta que su pueblo natal fuese capaz de asumir que alguien se había escapado del armario.

Lucía había estudiado ADE conmigo. Consecuente con su formación se trasladó a la capi para buscar el principio de su proyección profesional. Creo que el día que mandó su primer CV la palabra crisis se estrenaba en los periódicos.

Yo decidí tirar por tierra 4 años de licenciatura empresarial para comenzar con mi verdadero sueño: El mundo audiovisual. Tras una entrevista en el CES mi nombre constaba en las listas de admisión y colgaba mochila de nuevo. Eso y una relación a distancia con mi ligue de ese verano llamado Nacho.


¿Qué???


Si. Venga va, os lo resumo.

En mi primer año en Madrid estaba inmerso en una relación a distancia con Nacho pero al final del verano siguiente decidí que para amar a alguien a quien no se ve ya hay un Dios. El segundo curso empecé a trabajar en una discoteca de Chueca que me hizo "conocer varón" cada noche y cada día, acabé el curso de cine y empecé como becario en los Estudios Solpor. En medio de esta vida concilié un novio/ligue francés llamado Vincent que me duró unas tres semanas y al que le regalé mis primeros cuernos. Sí, Madrid me había cambiado, pero había algo que no logró robarme, el recuerdo de Nacho... así las Navidades nos volvieron a juntar y nuestra relación quedó suspendida en un contigo ni sin ti.

Juan?? En una versión española de novia a la fuga Juan experimentó en Madrid el síndrome de la carencia afectiva. Por ello nunca había buscadores gays suficientes a los que suscribirse, ni páginas pornográficas lo suficientemente completas para relajarse ni chicos lo suficientemente buenos como para llegar a casarse. Por el altar pasaron Carlos, Javi y Josete. Sin embargo nada ni nadie logró sacarle la sensación de estar lejos de casa. Aquello que los gallegos llaman morriña se filtraba por cada poro de su piel. Por ello cada mes cogía su coche y ponía GPS destino Coruña.

Lucía?? Cualquiera que conociese a Lucía en la facultad sabía que el futuro de Lucía no tendría techo. De Lugo a Coruña y de Coruña a Madrid. Una vez envuelta en 6 millones de habitantes dejó su currículum en 6000 empresas, pero la crisis financiera la dejó en un mal trance así que tras 6 meses optó por ganar experiencia y por un sueldo de 600 euros aceptó un puesto de becaria en una sucursal financiera. En la parte cándida de la vida dejó el hábito victoriano y vivió la experiencia del sexo libre bajo la mano de un italiano que dominaba la mejor de las lenguas romanas. Una vez le dio la extradición al italiano se fue a Castellón con Juan para tomarse unas vacaciones y volvió con un prematuro bronceado y una sonrisa en la cara. Se llamaba Sergio y lo que empezó siendo un coqueteo de miradas se convirtió en una marea de llamadas diarias durante semanas y semanas.

Xacobe?? Jacobo, quiero decir, Xacobe, vio en Madrid la oportunidad de rellenar todos sus vacíos existenciales, los agujeros de su alma y sus necesidades vitales, todo junto. Y como Madrid tenía mucho que ofrecer y Xacobe mucho que aceptar, ambos se cogieron de la mano siendo este el principio de una gran amistad. A medio camino se cruzó con un brasileiro de 42 años que aparentaba 32 y vivía como uno de 22. Y como todos queremos aquello que no podemos tener Xacobe eligió como polvo de repetición al único madrileño que antes de ponerse un anillo se hacía un edema. Tras la frase de nos estamos conociendo Xacobe y el "brasi" se quedaron en la primer fase una de cualquier relación: el me caes muy bien pero vístete pronto que después viene otro. Cuando el ego de Xacobe se vio en peligro se sometió a un proceso de desentoxicación haciendo que sus días dejasen de ser jornadas a puertas abiertas para evolucionar a algo mucho mayor.


¿Cómo?

La vida no entiende de semáforos en rojo y en una ciudad de 6 millones de habitantes con todos los semáforos en verde está claro que en un momento o en otro... algún accidente tenía que haber.

lunes, 21 de marzo de 2011

Sexo en Madrid _ Fin de Temporada 1



Sexo en Madrid _ Temporada 1


Sexo en Madrid _ 1x01 _ Bienvenido a la ciudad

Sexo en Madrid _ 1x02 _ El mundo de la noche

Sexo en Madrid _ 1x03 _ Luz verde, luz roja
Sexo en Madrid _ 1x04 _ Cuantos más, mejor
Sexo en Madrid _ 1x05 _ Sexo & Comida
Sexo en Madrid _ 1x06 _ ¿Connecting people?
Sexo en Madrid _ 1x07 _ Lo que fuimos, lo que somos
Sexo en Madrid _ 1x08 _ Long Play
Sexo en Madrid _ 1x09 _ La boda de mi mejor amigo
Sexo en Madrid _ 1x10 _ Feliz Navidad
Sexo en Madrid _ 1x11 _ Que te den...
Sexo en Madrid _ 1x12 _ A sorbos
Sexo en Madrid _ 1x13 _ Dame un respiro
Sexo en Madrid _ 1x14 _ Nos estamos conociendo
Sexo en Madrid _ 1x15 _ Love happens
Sexo en Madrid _ 1x16 _ Felicidades
Sexo en Madrid _ 1x17 _ Cuestión de tamaño
Sexo en Madrid _ 1x18 _ Confianza, cuernos y celos
Sexo en Madrid _ 1x19 _ Volvamos atrás y contemos la verdad
Sexo en Madrid _ 1x20 _ San Valentín
Sexo en Madrid _ 1x21 _ Una noche para olvidar
Sexo en Madrid _ 1x22 _ Decir o no decir
Sexo en Madrid _ 1x23 _ Sé lo que hiciste el último fin de semana
Sexo en Madrid _ 1x24 _ Construyendo capítulos

Sexo en Madrid _ 1x24 _ Construyendo capítulos



La vida a veces nos cambia en cuestión de minutos. Leonardo DiCaprio decía en Titanic: "haz que cada día cuente". Nunca olvidé esa frase.

Las personas más interesantes que conozco consagran su vida al disfrute de los pequeños detalles: fuman, beben vino, ríen a mandíbula batiente y a la hora de comer apagan el telediario y ven un documental de la dos o una película de su gusto. En mi mundo los más cultos son firmes creyentes de que a veces la felicidad es el resultado de mil actos de ignorancia.

Entonces ¿Cuándo y porqué decidimos tomarnos la vida tan en serio?

En Marzo del 2010 yo ya era un madrileño al uso: corría en el metro, leía todos los periódicos gratuitos con sus miles de desgracias ajenas, trabajaba en una productora que ya no me ofrecía lo que necesitaba, había olvidado el placer de escribir oyendo a Sinatra y hacía más de mil días que no se me ocurría hacer el amor con Ray Charles de telonero. Atrás quedaban los días de fotografiarlo todo, pintar o mantener conversaciones por dispersión; olvidado se quedó en el fondo de un cajón el sino de hacer historias bonitas por su proceso, no por su inmediatez. La vida era una consecución de días y horas sin fines muy concretos.

Un medio día comía pizza mientras veía a Carlos Arguiñano disfrutar como un enano haciendo la comida. Una hora preparando un buen guiso sabe mejor que una pizza con doble de queso. ¿Porqué yo nunca hacía guisos?

En ese momento Lucía pasó por el salón hablando por teléfono con Sergio. A lo tonto ya llevaba dos meses cocinando una relación a distancia, con pocas probabilidades de futuro y grandes riesgos. Sin embargo día a día ella construía algo sin pensar en el mañana, a fuego lento, disfrutando de cada llamada, del placer de tener a alguien en su vida que antes no tenía. Y el concepto en sí era una razón más que suficiente.

Juan seguía con Josete. A pesar de los muchos problemas de alcoba que pudiesen tener ninguno tiraba la toalla en busca de algo mejor. Cada discusión parecía hacer que las diferencias, en vez de expandirse, menguasen. Y a más problemas más pasión. Y a más pasión más celos. Y a más celos más problemas y pasión de nuevo. Un círculo eterno y sin sentido del que ninguno quería salir. En otros tiempos hubiese juzgado alegremente que esa clase de amores son insanos, pero en Madrid uno se pierde tanto que ya no es capaz de decir totalitarismos de ese calibre.

Y luego estaba Xacobe. Lejos de lo que habría augurado Xaco no volvió al mundo de la noche y la perversión, dejó de salir todos los fines de semana, dejó el sexo diario de entre semana. ¿Qué le quedaba? Cambió la decoración de la habitación, se compró una planta y dos hamsters rusos, comenzó a hacer sus primeros periplos informáticos de forma autosuficiente y de vez en cuando se colaba en el messenger para perderse en conversaciones con desconocidos que a base de horas y días comenzaban a dejar de serlo.

Vivían, simplemente vivían. Mis tres compañeros de piso, consciente o inconscientemente, comenzaron a poner color en lo cotidiano, rompieron hábitos y comenzaron a construir cada uno las estructuras de las historias en las que se verían inmersos en no mucho tiempo.

Yo decidí arreglar mi pasado para poder disfrutar de mi día a día, sin fantasmas, sin culpas ni resentimientos. Decidí poner música en mi mp3, cocinar al menos una vez a la semana, volver a llevar siempre un libro conmigo y marcar dos números de teléfono.

De nosotros cuatro todos empezábamos sin saberlo un capítulo nuevo en nuestras vidas. A dos les saldría bien, los otros dos fracasarían.

Y es que en la vida el éxito no está asegurado para nadie, pero atreverte a disfrutar de la vida siempre es mejor que estar quieto por temor al movimiento.

Sexo en Madrid _ 1x23 _ Sé lo que hiciste el último fin de semana


ANTERIORMENTE EN SEXO EN MADRID...

Bebí, bebí, bebí.

Oscar - ¿Así que Nacho tiene novio?
Alex - ¡Hola chicos! ¿Qué hacéis?
Joaquí - Oscar se acaba de enterar de que su ex tiene novio


MEDIA HORA DESPUÉS...

Las escaleras parecían bailar al ritmo de la música. Puse una mano en la pared y con su ayuda bajé un escalón. Y luego otro. Y luego otro más.

Nacho tenía novio. ¡Nacho tenía novio! Y yo tenía a un francés al que ni siquiera le había dicho te quiero. Pensé en Nacho, en cómo otros brazos le estarían abrazando en alguna discoteca oscura, en cómo ese capullo estaría robando unos labios que un día fueran mío. Y lo peor de todo, los sentimientos. Nacho no estaba con uno de mis mil chicos de una noche, Nacho tenía a alguien, a una persona estable en su vida, alguien que ocupaba el sitio que un día fue mío. ¿Me había dejado de querer? ¿Y yo? ¿Porqué seguía queriéndolo? ¿Porqué le seguía manteniendo un sitio en mi futuro? Demasiadas preguntas.

Me acerqué a la barra de Alexis.

Alexis - Hola nene ¿No trabajas hoy?
Oscar - Ya terminé mi turno
Alexis - Pues dime ¿Qué te pongo?
Oscar - Un vodka negro
Alexis - ¿Con cocacola?
Oscar - No, sólo.

Un sorbo. Estaba dulce y frío. Perfecto. Ya me sentía mejor. El vaso pronto empezó a sudar por la diferencia de temperatura y yo decidí hacer lo mismo: caliente por fuera y frío por dentro. Bloqueé cualquier pensamiento y corté la cinta de los instintos...

Mil chicos bailaban a mi alrededor. Chicos de camisa, polos, camiseta, tirantes o con el pecho al desnudo. Dejé que el sonido entrase dentro de mi y me mezclé entre la testosterona. Demasiado alto, demasiado femenino, demasiado jipi. Bingo. Trago al canto, me relamo y me acerco.

Oscar - Hola

Intento parecer sobrio, luzco la mejor de mis sonrisas e intento intimidarle

Oscar - ¿Tienes nombre?
X - X
Oscar - Encantado, yo Oscar

Descarado me acerco para darle dos besos. El primero en la mejilla, dejo que sienta mis labios. El segundo más cerca de la comisura de la boca. Al distanciarme busco encontrarme con sus ojos.

Oscar - ¿Has venido sólo?
X- No, he venido con unos amigos
Oscar - Ahm... ¿Y te puedo presentar a alguien?
X- ¿A un chico?

Mierda.

Oscar - Si, ¿Prefieres chicas?
X - No, no, soy gay.

¡Uf...!

Lo tomo de la mano, el la acepta; lo llevo a una esquina de la discoteca y me paro.

Oscar - ¿Seguro que quieres conocerlo?
X - Si claro, ¿Porqué no?
Oscar - Esta bíen...

Me separo, le sonrío y le tiendo la mano de nuevo

Oscar - Encantado, yo soy Oscar.

X se queda perplejo, luego se ríe, yo me tranquilizo y me río con él. Toma mi mano, yo la estrecho y la acerco a mi, él se deja, dejo mi cara cerca de la suya y espero su respuesta. Él se queda mirándome a los ojos, a dos centímetros de mi boca, sonriente, desafiante. Yo no tengo paciencia.

Lo beso, lo beso lento, dulce. Luego más rápido. Sin despegar mis labios dejo una mano agarrando su costado mientra con la otra le acaricio la cabeza... la nuca... la espalda... el culo... buen culo. Él aprende rápido. Repite cada uno de mis movimientos, como si fuesen permisos concedidos. Nos apretamos el uno contra el otro. Ya no recuerdo su nombre y honestamente me da igual. Besa bien, tiene buen culo y va a hacer que las siguientes 3 horas de mi vida mi mente se siente en un banco a dormir mientras mi cuerpo practique cada uno de los pecados carnales.


3 HORAS MÁS TARDE...

Camino sólo hacia casa. No sé donde están los demás, me da igual. Mi mente empieza a reactivarse. Nacho. Maldito Nacho. Querría que lo fuese todo para mi. Nacho debía de ser ÉL hombre, no un hombre más.

No puedo contenerme. Saco el móvil del bolsillo, busco su número. Miro su nombre. Nacho. Me detengo un par de segundos. Vuelvo a andar

Oscar - ¿Nacho?
Nacho - ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Su voz. Sólo oírlo me hace llorar.

Oscar - Sé que no puedo hacerte esta pregunta pero necesito hacerlo
Nacho - ¿Qué pregunta?
Oscar - ¿Estás con alguien?
Nacho - ¿Porqué lo preguntas Oscar?

Ya está. Es un sí. Todo está perdido y soy el colgado del ex que llama a las 6 de la mañana para arrastrarse tras haberle puesto los cuernos a su ex.

Oscar - No consigo olvidarte Nacho

E aquí las lágrimas. Todo se desata. Esta vez no lo paro. Dejo que el dolor fluya; en cierto modo es todo un alivio poder ser honesto conmigo mismo.

Nacho - No estoy con nadie Oscar. Yo te quiero... pero ambos sabemos que no puede ser.
Oscar - Lo sé... te quiero...perdóname.


2 DÍAS DESPUÉS:

Vincent - ¿Y pretendes que después de toda esa historia te perdone?
Oscar - ¿Sí?


MEDIA HORA DESPUÉS

Lucía - ¿Y te perdonó?
Oscar - ¡No!
Xacobe - Te dije que no se lo dijeras...

Sexo en Madrid _ 1x22 _ Decir o no decir


Los seres humanos cometemos errores a diario. La cagamos contínuamente. A veces nuestras meteduras de pata sólo nos afectan a nosotros mismos. Otras veces nuestros errores afectan a los demás. Y para eso nació la mentira. En el Siglo XXI mentir estaba a la orden del día, tanto, que un concepto simple y claro se había convertido en un término lleno de matices. Así, la mentira podía ser de distintos tipos. Estaba la automentira...


Xacobe: ¡Oh por Dios! ¡Eso no es engañar! ¡Los polvos extramaritales del primer mes de relación nunca cuentan!

Oscar - Hemos pasado el mes Xaco

Juan - Y para ti los cuernos no cuentan nunca Xacobe. Da igual que sea en el primer mes que en primer año.

Xacobe - ¡Eso no es verdad!

Lucía - ¡Sí! ¡¡Recuerdo que cuando Juan y tú salíais juntos, al año más o menos tú pusiste los cuernos con un chico!!

Xacobe - Uno: No fueron cuernos, fue un beso. Dos: Estábamos pasando una mala época y así tampoco cuenta.

Oscar - ¿Y si está en el extranjero se considera infidelidad?

Xacobe: ¡¡No!! ¡¡Por Dios no!! ¡¡Tú ni siquiera sabías si iba a volver!! Podrían haberle denegado el pasaporte.

Lucía - Xaco esto no es EEUU.

Juan - ¡He aquí mi ex: Un hombre con una personalidad perfectamente diseñada para exculparse a sí mismo siempre que lo necesite. Para él mentir es siempre relativo, engañar siempre tiene razón de ser y cometer un error, en el caso de admitirlo, siempre está lleno de atenuantes!!

Xacobe - Que te den.


... la mentira piadosa...


Lucía - Cielo, sé que te sientes culpable pero ¿No crees que es mejor que no se lo digas? Piénsalo un momento... si se lo dices vas a hacerle daño, vas a ser ese capullo español que le rompió el corazón. ¿Para qué hacerle sufrir?

Juan - ¡Eso es tan típico de las mujeres! Los hombres somos infieles y lo decimos, las mujeres sacáis la pata fuera y os lo lleváis a la tumba. Así el mundo cree que los hombres siempre somos infieles por naturaleza y en realidad uno de cada cuatro de nosotros tenemos un padre falso.

Lucía - ¡Venga hombre! ¿Eso de dónde lo sacaste? ¿Del Cosmopolitan?

Xacobe - Yo lo leí en el periódico...


...la mentira por omisión...


Juan - Da igual, la cuestión es que no tienes porqué mentirle.

Oscar - ¿Entonces debo decirle la verdad?

Juan - ¡¡No!! ¡Simplemente no le digas nada!

Oscar - ¿Perdón?

Juan - Va a llegar dentro de dos horas y en pleno aeropuerto va a decirte "Hola cariño ¿Me has puesto los cuernos?" ¡No! Pues no se lo digas

Lucía - Por favor Juan... ¡No decir algo es lo mismo que mentir!

Juan - Claro doña "miéntele por no hacerle daño"

Xacobe - ¡Pero que no tiene que mentir! ¡Que no son cuernos!

Oscar - Chicos parad. En serio. Gracias por vuestros consejos y opiniones pero la verdad es que por muy poco tiempo que llevásemos le engañé Xaco; Lu no decírselo haría que estuviese con una persona que realmente no conoce, y honestamente Juan, no sé cuanto tiempo podría ocultar algo así. Cuando le besase, cuando hiciésemos el amor, cuando me diga "te quiero" me sentiría como un impostor. Lo hice. Le puse los cuernos. Pensé que Nacho tenía novio y me volví loco. Está claro que una parte de mi aún quiere a Nacho y quiera o no quiera Vincent merece saberlo. Merece saber que hay alguien de mi pasado que aún está en mi presente y que no lo quería lo suficiente como para dejar todo lo demás a un lado. Lo hice, le puse los cuernos, y no puedo mentirle.

Lucía - Vas a perderlo

Juan - Totalmente

Xacobe - Y por una gilipollez


... y está la verdad.

Mentir puede ser un mundo lleno de posibilidades, sobre una mentira siempre se puede construir otra y otra más. Y mentimos, todos mentimos, mentimos para no hacer daño a terceros, porque creemos que estamos en nuestro derecho de hacerlo, mentimos para protegernos o mentimos por partes para hacernos sentir un poco mejor. La verdad es que la mentira entra en nuestro día a día y forma una parte cotidiana de nuestra vida. Si. Siempre nos quedará la mentira como siempre nos quedará París... pero decir la verdad es un camino recto y sin atajos, y en ese camino... no hay vuelta atrás.

Sexo en Madrid _ 1x21 _ Una noche para olvidar



Madrid tendrá mas de 6 millones de habitantes pero yo sólo hacía uso de los tres amigos que me venían de serie. Dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer. Ese fin de semana tuve que discrepar.

Oscar - ¿Oye y Juan dónde está?
Xacobe - Supongo que follando con Josete en la habitación
Oscar - Joder, parecen conejos. ¿Te apetece comer fuera?
Xacobe - Que va tío, tengo que hacer un par de trabajos esta semana y estoy super liao.
Oscar - Si ya venga... y de paso actualizar el bakala ¿no?
Xacobe - Hay que mantenerse en activo pequeño
Oscar - ¿Y Lucía cuando vuelve de Castellón?
Xacobe - El domingo creo
Oscar - ...Genial
Xacobe - ¿Qué pasa? ¿No tienes al francesito luego para hacerte compañía?
Oscar - Pues no. Se fue a Lyon a ver a sus padres
Xacobe - Putada eh?... ¿Y qué vas a hacer todo el fin de semana?
Oscar - No tengo ni idea

Y así es como, un día, sin más, caes en la cuenta de que uno, en una ciudad, debe construirse su pequeño grupo, su pequeña familia, una vida con opciones y posibilidades.

Oscar - ¿Carol?
Carol - ¡Oscar!
Oscar - ¿Oye te hace salir hoy?
Carol - Claro tío. Vamos a ir a Long Play así que si quieres puedes venirte con todos mis amigos. Quedamos siempre en los andamios para beber. ¿Te hace? Además ha vuelto mi mejor amiga, Bea, y así la conoces!!!
Oscar - De puta madre. Pues... ¿Nos llamamos después entonces?
Carol - Si claro. Oye, si quieres llama a Alex para que se una.
Oscar - Ok, ¿Puedo invitar a Estefanía y a Joaquín?
Carol - Claro nen, tu invita a quien quieras, nos vemos esta noche.

Y así empecé a estrechar lazos con Carol, Loka, Javi, Nelson, Torro, Bea, Alex, Estefanía y Joaquín. Todo un nuevo reparto de actores secundarios y no tan secundarios.

Trabajé de relaciones públicas mientras hacía un botellón en la calle con todos ellos y a las 4 de la mañana todos nos fuimos a Long Play. Una vez dentro extrañé a Vincent, y cuando estaba a punto de salir para llamarlo Joaquín apareció en escena con 10 copas de más en el estómago.

Joaquín - Oscar... tío... estoy super pedo
Oscar - Eso no es ninguna novedad Joaqui :) Voy a salir a llamar por teléfono ¿Vale?
Joaquín - ¿Estás bien?
Oscar - Si claro, sólo lo hecho de menos
Joaquín - ¿No es por Nacho?
Oscar - ¿Nacho?... ¿Qué tiene que ver Nacho en todo esto?
Joaquín - Por lo de su novio

Y la música se paró, la gente caminó lento, la respiración se me entrecortó y el alcohol me hizo ver todo borroso.

Oscar - ¿Me das esa copa?
Joaquin - Claro tío, si es de tu invitación

Bebí, bebí, bebí.

Oscar - ¿Así que Nacho tiene novio?
Alex - ¡Hola chicos! ¿Qué hacéis?
Joaquí - Oscar se acaba de enterar de que su ex tiene novio
Alex - ¿Nacho tiene novio?
Carol - ¿Nacho tiene novio?... toma, bebe cielo.
Javi - Oye Oscar ¿Y Vincent?
Carol - Ahora no Javi...
Oscar - Así que Nacho tiene novio
Javi - Toma nen, bebe. A quien le importa Nacho. Vives en Madrid, en la capital, eres RRPPs, puedes tener al chico que quieras, ¡ Tú disfruta! ¡A la mierda los ex!
Oscar - Chicos voy a por una copa, tranquilos, estoy bien ¿vale?

No lo estaba. No estaba bien en absoluto. Las ganas de llorar emergen a veces con fuerza. ¿Queréis un mal consejo? Alcohol.

Me saqué la chaqueta y la camiseta, pedí a los camareros dos chupitos, me los bebí de un golpe, me perdí en la pista de baile, sólo, sin Lucía, sin Juan, sin Xacobe y sin Vincent. Cerré los ojos y lo vi. Nacho acariciando otro cuerpo, besándolo, amándolo, riéndose, construyendo su vida... una vida sin mi. Y dolió, quemó como el whisky deslizándose por mi garganta, y ardí en llamas.

En las rupturas siempre hay alguien que se recupera antes. Y ese... no fui yo.

Media hora después... cometería un error que me pesaría de por vida.




TO BE CONTINUED...

Sexo en Madrid _ 1x20 _ San Valentín


El 14 de Febrero es un día que nunca me había sido indiferente.

Quizá sea mi vena romántica la que me obliga a ansiar una rosa, mi dulce paladar que se deleita gustosamente a golpe de bombones y chocolate. O quizá sea el corazón; el miedo a no encontrarte, y si te encontré, a no haber sabido atarte, amor.

En el 2010 yo estaba dispuesto a pasar otro San Valentín haciendo balance, sin embargo Vincent hizo empaque de su francesismo y aún teniendo una relación de escasos días no paró hasta llevarme a Gran Vía.

Me recibió con un beso tímido en la mejilla. Un beso simple y descuidado para cualquiera, pero no para mí. En esos besos esquivos que muy de vez en cuando se atrevía a dar en público él acercaba su valentía a mi rostro, y yo, en ese segundo, olía su perfume, sentía su piel suave, la carnosidad de sus besos, su tez cálida y la candidez del cariño.

Un día de Febrero puede convertirse en un día extraordinario si caminando por la calle alguien juega a cruzar sus dedos con los tuyos.

- Es aquí - Me dijo. Y haciendo alarde de sus buenas costumbres autóctonas me abrió la puerta y me miró gracioso, sonriente, juguetón, pícaro y en el fondo inocente.

Una rosa y una vela hacía de centro de mesa, impidiéndome besarle cuantas veces quisiera. Lo recuerdo bien, fuimos a cenar a un restaurante italiano de Gran Vía, con buen gusto decorado, buena música de piano, buen servicio, exquisita pizza y con un vino en la carta increíblemente traidor.

A golpe de sorbos y luego de tragos me acomodé a su frente, ampliando mi sonrisa, desafiando a la suya, y más vino y más comentarios calientes e indebidos. Feliz San Valentín Oscar, Feliz San Valentín.

He de admitir que cuando salimos ya era de noche y yo ya estaba ebrio; ebrio de vino y sobrio de besos. Así que a plena calle le abracé y camino al metro no paré hasta conseguir robarle un beso, y luego otro, y otro más. Dulce, increíblemente dulce, dulce como el chocolate, romántico como una rosa.

Quizá sería su belleza, su gracioso acento al hablar español, lo frágil que le hacía su pasado, lo fuerte que le hacía su presente; serían sus ojos o su pelo dorado bajo el sol, o sus labios, sus dulces y suaves labios. Sería su forma de mirarme, con miedo a querer y luego a sufrir. Fuese como fuere en ese momento me di por vencido y me rendí a él.

Y me sentí feliz, feliz de haberle conocido, de tenerle, de que fuese mío, y yo suyo, y ambos nuestros.

Sexo en Madrid _ 1x18 _ Confianza, cuernos y celos


Dicen que los celos son una reacción natural ante el miedo de perder algo que estimas. Para algunos los celos es un sentimiento innato, para otros... desconocido. Sin embargo ¿Cuánto hay de sano en ese sentimiento?

Enfocado desde el punto de vista más entrañable los celos no dejan de ser una muestra de afecto. La demostración de que hay algo que quieres y que no quieres perder, ni compartir, ni sentir lejos. ¿Pero cual es el límite?

Lucía se había envuelto en lo que en occidente denominamos una "relación a distancia". ¿Pero... cuánto puedes confiar en una persona que rompe con su pareja para elegirte a ti? ¿Acaso no puede repetirse esa situación? En un mundo donde ser infiel es algo tan común como comprar el pan y tan fácil como robárselo a un niño... ¿No es imposible no sentirse celoso?

Lucía no era celosa, nunca lo había sido. Para ella mantener una relación a distancia no era arriesgado.

Pero ella era mi mejor amiga, y para mí que mantuviese una relación a distancia sí era algo potencialmente peligroso.

Lucía - Dime una cosa... si viviésemos en la misma ciudad... y más en una ciudad de más de 6 millones de habitantes... ¿Crees que no podría acostarse con quien quisiese, cuando quisiese y cuantas veces le apeteciese? ¡Y yo nunca me enteraría! Ayer mismo tuvimos esa conversación y llegamos a la misma conclusión... ¿Qué sentido tendría mantener una relación a distancia si lo que quieres es tener sexo con otras personas? Si él o yo conociésemos a otra persona ¿Para qué seguiríamos juntos? ¿Para hacernos daño? ¿Para ser infelices tanto uno como el otro? Yo en ese sentido lo tengo claro, si en algún momento quiero a otro chico será la demostración de que lo que tengo no me llena, entonces lo dejaría y Sergio tendría que entenderlo, porque esas cosas pasan, nadie es culpable de enamorarse o de querer tener sexo con otra persona. Y pensar en si él me estaría poniéndome los cuernos no sirve para nada cielo, ¿Para qué? ¿Para rallarse y no disfrutar de lo que tienes por el miedo a lo que un día podría pensar? Que llegue lo que tenga que llegar, pero mientras... disfrutemos ¿No? ¿Eh..?

Y me sonrió. Así es Lucía, una especie evolucionada de la sociedad con la sonrisa más tierna del mundo. Así que me tranquilicé y dejé que cogiese de nuevo el teléfono y disfrutase de ese aparejador de Castellón llamado Sergio.

Xacobe había conseguido poner fin a su duelo de ruptura con el brasileiro. Pasadas las etapas de negación, depresión y puterío llegó por fin a la última base: el equilibrio. Y curiosamente, fue entonces, cuando Xacobe había rehecho su vida, cuando el brasileiro empezó a sentir su ausencia y el vacío que este le había dejado. Parece ser que hasta el mayor semental tiene el riesgo de acostumbrarse a alguien y acabar echándolo de menos. O lo que es peor, de sentir miedo de que ese alguien que ya no está en tu casa esté en casa de otro. La parte positiva de todo aquello es aquella enfermiza reacción no hacía más que confirmar a Xacobe que su decisión había sido la correcta. Y con el ánimo y el ego reconstruido, por fin, Xacobe había vuelto en todo su esplendor. Pero Xacobe apenas habla de sus sentimientos ¿Cómo lo supimos? Bastaba escuchar la música que ponía mientras se duchaba: Adios Celine Dion, bienvenida Shakira.

En la habitación de enfrente el sueño de una noche de verano empezaba a travesar su primer otoño. Las relaciones de Juan solían ser caducas pero con Josete algo era distinto... fue le primero en aprobar el examen de los compañeros de piso, se había convertido en el 5º inquilino de nuestra casa y por último, y prueba más irrefutable de cuan distintas eran las cosas... Juan lo había integrado en nuestras vidas. Normalmente los novios de Juan eran de acceso limitado: podías conocer su nombre, ver su aspecto, pero el lugar de estos en el piso estaba reducido a su habitación, no tenías permiso para ir con ellos a tomar café o para compartir planes comunes. Josete había conseguido el pase VIP. Pero a fuego lento se empezó a cocer un sentimiento dentro de él. Los celos.

Adicto al porno y al cibersexo, Juan tenía serios problemas para desintoxicarse. Y cuando uno se ve obligado a dejar una adicción y no es capaz sólo hace una cosa: miente. Pero mentir es una asunto peligroso: si la mentira se descubre germina algo prácticamente imposible de extirpar: desconfianza.

Y así ocurrió. La desconfianza se instaló en esa relación y lejos de optar por las vías de la comunicación Juan optó por mentir y Josete por espiar. Pero eso será para el próximo capítulo.

Por mi parte yo seguía con mi trabajo de Long Play los fines de semana. En el tiempo que llevaba trabajado había podido conocer a la mayor parte de la gente y me había trabajado a una buena parte de ellos. Cada vez que entraba en la discoteca recibía saludos y guiños con una considerable asiduidad. Pero ahora ya todo era distinto, por primera vez en un año, por primera vez después de Nacho, Oscar, el putilla alcohólico relaciones de Long Play tenía novio. Y aunque la palabra pareja me producía urticaria bastaba ver a Vincent para tranquilizarme y entender que aqueyo era lo correcto. Cada fin de semana venía a hacerme compañía y cada fin de semana observaba callado y manteniendo la compostura cómo su novio era objetivo de varios intentos de seducción. Quizá un español lo hubiese entendido mejor: al fin y al cabo basta con ser joven y no obeso para ser objetivo de mil gays salidos y borrachos. Pero Vincent era francés, y mi novio, y salía con el relaciones públicas de Long Play; y por más que le arropase con besos y abrazos la inseguridad era palpable en su cara.

Y aunque yo aún no lo sabía... tendría razones para estarlo.

Sexo en Madrid _ 1x19 _ Volvamos atrás y contemos la verdad


Para ser honestos a la verdadera historia de Sexo en Madrid tengo que rectifica mis palabras acerca de un par de asuntos...

Estudié Dirección y Administración de Empresas en Coruña. En el primer día de clase conocí a la que sería mi compañera de piso y mi mejor amiga: Lucía.

El primer curso conocí al que durante muchos años sería mi mejor amigo: Juan.

En segundo curso Juan conocería a Xacobe.

En tercer curso Xacobe y Juan rompieron

En cuarto curso... yo dejé la carrera

Y en quinto curso me fui a Madrid para cumplir mi sueño. Antes de irme pasaría el verano disfrutando con mis amigos, y ese verano... conocería a Nacho. Tres meses después me despedí del verano y de mi vida en Coruña para tomar un avión que me llevaría directo a mi sueño de trabajar en el mundo de la realización audiovisual. De quien no me despedí fue de Nacho.

Llegué a Madrid sólo y con una relación a distancia y con esas me pasé los siguientes nueve meses de mi vida intentando ser el mejor en mi nueva carrera y un buen novio que vivía a 600 kilómetros de distancia. Todo al mismo tiempo. Y lo conseguí. Llegó el verano y me volví a Coruña para disfrutarlo... con él.

Otros tres meses más viviendo juntos al lado de la playa y un futuro imposible en nuestras manos fueron del todo incompatibles. Así que... rompimos, o mejor dicho, rompí.

Y así regresé el siguiente curso a Madrid. Sólo que esta vez, en el avión yo no llevaba ningún anillo, pero si 3 viejos conocidos que se convertirían esa misma noche en mis tres compañeros de piso: Juan, Lucía y Xacobe.

En los siguientes 6 meses los cuatro descubriríamos lo que realmente es vivir en la gran ciudad, juntos, y solteros.

Xacobe empezaría sus estudios de Publicidad en primer curso. Conocería a una infinidad de chicos hasta tropezarse con Robert, el brasileiro, un pudiente cuarentañero conservado en formol y que se mantenía en los hábitos de los veinte. Y como ocurre siempre, será aquello que no puedas tener lo que desees. Y así se mantuvo durante 5 meses. Fue en Febrero del 2010 cuando puso punto y final y, sin saberlo, conocería al chico con el que tendría la relación más seria de su vida.

Lucía había acabado ADE, y como recién licenciada intentaba abrirse camino en la gran ciudad. Aceptó una becaría en una empresa sin grandes pretensiones y mantuvo una relación púramente sexual totalmente dentro del armario. En Febrero del 2010 se tiró de cabeza a una relación a distancia con un aparejador castellonés llamado Sergio.

Yo había sido todo un relaciones públicas del ambiente y del alcohol. Cuando llegó la Navidad Nacho y yo nos reencontramos para recibir juntos el año nuevo, y cuando las vaciones termiraron, nosotros lo hicimos con ellas. En Febrero del 2010 yo me sumaba al gusto por la carne extranjera y afrontaba mi primera relación post ex con un francés llamado Vincent.

Juan había tenido la vida más intensa de todos. Adicto a las redes sociales, al porno y a los portales de contactos consagró sus días a ser el mejor marido y soltero posible y el máximo número de veces: Folló, salió con Carlos, rompió, folló, salió con Javi, cortó, folló, y en Febrero del 2010 mantenía una relación con Josete.

Y sí, todo esto ocurrió hace un año.

El 13 de Febrero del 2011 yo sería el único que estaría viendo los Goya y soltero.

Pero el 13 de Febrero de una año antes todo era muy distinto... yo trabajaba en Long Play y camino a las 12 de la noche todos nos preparábamos para decir unas palabras...

Feliz San Valentín.

Sexo en Madrid _ 1x17 _ Cuestión de tamaño


"Media nacional: 13´5cm. Todo lo demás boquilla"

El invierno dio una tregua la primera semana de febrero del 2010. Las temperaturas subieron vertiginosamente y una ola de calor recorría las calles madrileñas.

Pero la suerte no haría más que crecer y crecer...

Juan no había día que no quedase con Josete. Al parecer su nueva adquisición era un virtuoso del sexo y acortaban sus grandes distancias con una frecuencia diaria desmedida. Esa semana sus gemidos fueron el suplente perfecto del despertador, de la televisión, de la música o del porno. De vez en cuando un cachete interrumpía el bombeo de los cuerpos, unas risas contenidas se hacían eco en nuestras habitaciones... y vuelta a empezar. A los diez minutos, uno y otro, hacían el paseíto de la vergüenza saliendo de la habitación para ir al baño envueltos en una holgada toalla que permitiese no evidenciar donde la sangre se acumulaba con mayor intensidad. Y al parecer, la cavidades de tanto uno como otro, no eran un tema a petit comité.

Lucía había descubierto el placer del sexo telefónico. Sergio, el chico armado, no se quedaba corto en nada y mantenía a Lucía pegada al teléfono durante dos horas diarias. Claro que cuando algo fomenta la comunicación de tal manera los temas se agotan y los deseos se evidencian. Un "ojalá estuvieras aquí" pronto se transforma en "si estuvieses aquí...". Y así empezaban cada día una historia diferente con una versión evolucionada del "erase una vez".

En un piso de puertas abiertas, de repente, las puertas se cerraban con el ánimo de ocultar imágenes y palabras.

Y mientras las temperaturas subían, las puertas de las habitaciones cada vez permanecían menos tiempo abiertas, el baño se ocupaba con más frecuencia y el papel higiénico desaparecía.

El día que un sobre llegó a casa con remite de China una nueva palabra se instaló en nuestras vidas: el Poper. Una droga antes legalizada que provoca una instantánea relajación muscular y que favorece el disfrute del buen sexo. Ese día Xacobe se calzó unas deportivas y decidió darles uso. A veces el objetivo no es el ejercicio, si no la consecuencia, y Xacobe estaba decidido a quemar las calles, una por una. Cada uno afronta los desengaños amorosos de distinta manera. Xacobe no los afrontaba: los compensaba. Por cada día perdido con el brasileiro tenía la firme intención de subsanarlo a base de polvos. Y de esa manera no podía arrepentirse de nada, no tenía tiempo de lamentaciones, se mantenía en forma y hacía feliz al mundo. Por otro lado, a veces el sexo con una persona engancha, sobre todo si esta la tenía grande. Uno se pasa la vida afrontando la ruptura y la conciencia de que pollas como esas hay pocas. Xacobe buscaba la polla de 23 centímetro que le devolviese la paz a su vida. Si había pollas mejores entonces aún había esperanza para su mundo.

Yo ahogado por la ola de calor no paraba de escuchar los gemidos y cachetes de Juan y Josete, de cubrir las palabras perdidas en las conversaciones incandescentes de Sergio y Lucía o de emitir opiniones sobre las miles de fotos de genitales por las que Xacobe organizaba sus criterios de búsqueda. Y a mi tensión sexual innata y adyacente había que sumar a Vincent.

Vincent era extraño. Bueno, más que extraño... era francés. Como buen francés tenía 3 grandes características: era comedido en todas sus muestras de cariño, siempre estaba arreglado y daba los besos más tiernos del mundo. Quedar con él era un continuo querer y no poder: siempre perfecto, siempre queriendo besarle y él siempre evitando mis besos en público. ¿Pero qué hacer? Uno ya sabe que estar con un francés es mucho más que vino y fromage. Me pasaba todo el día con dolor de huevos, deseando comermelo en el metro, en el MacDonals, en los parques, en la calle, ascensores, escaleras, carreteras. Cualquier sitio me parecía perfecto para romperle en jirones la ropa. Y aquello era genial: Vincent anulaba mi cabeza y activaba todo lo demás.

Y es que a veces el mundo es generoso, y para disfrutarlo no hay nada mejor como perder la cabeza y andar por la vida sólo con el cuerpo.

Sexo en Madrid _ 1x16 _ Felicidades


Informamos que en Carrefour hoy, y sólo durante esta semana, pague la segunda unidad al 50%. Busque los productos con la oferta y ahorre más que nunca en sus compras...

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Oscar - Vale, tengo globos, serpentinas y cotillón. De bebida... Vodka negro para mi, Vodka rojo para ella, Whisky para Xacobe y un pack de 6 de Heineken para ti. ¿Algo más?

Juan - Creo que no... yo cogí snacks, pizzas de cuatro sabores, refrescos y dos cajas de condones. Una de XL y otra de tamaño estándar.

Oscar - ¿Es que vamos a hacer una fiesta de sexo seguro?

Juan - Esto es Madrid. Nunca se sabe.

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Son las 8 de la tarde, las 7 en Canarias. Soy Jordi Carpio y os acompañaré las próximas horas de este viernes 5 de enero con la mejor música del mundo. Aquí os dejo con un temazo para ir abriendo boca... Gotta Be Somebody... lo mejor de Nickelback.

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Juan - ¡¡Pon el intermitente coño!!! ¡Es increíble! Llueve en Madrid y la gente se vuelve una completa inútil... ¿Oye va a faltar alguien?

Oscar - Pues... Raquel consiguió librar en la escuela y viene en coche con Maracos y con Iria. Carol y Alex están en casa con Jacobo esperándonos para arreglarlo todo y a Joaquín y a Estefanía les pedí que estuviesen a las 9 en el piso para que lleguen a las 10.

Juan - Vale. Yo tengo que ir un momento al trabajo a mirar los horarios y vuelvo en una hora o así. ¿Lucía está en el trabajo hasta las 9 seguro no?

Oscar - Si, la llamé y me dijo que tiene trabajo acumulado y que llega a casa sobre las 10. Le dije que salíamos todos a una disco sólo de chicos y que la veíamos mañana.

Juan - Pobre... ¿Sabes? Aún no me creo que ese tío se venga mañana desde Castellón para verla... ¿Qué clase de pavo se viene a Madrid por una chica que conoce de sólo dos días? Y con novia...no me jodas. ¿Me vas a decir que ese tío no busca sólo un polvo?

Oscar - Puede que si, puede que no, sea como sea Lucía está ansiosa por verlo mañana así que no la jodamos. Además... noticia de última hora: Lucía me contó que el día que os fuisteis de Castellón ese tío, Sergio creo que llama, dejó a su novia. ¿Quien sabe? A veces el amor a primera vista funciona. Bajo aquí.

Juan - Si tu lo dices... Bueno, voy al trabajo y vuelvo

Oscar - Ok ¡No tardes!
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Juan - ¿Josete? Soy yo, voy con retraso así que vete desvistiéndote y así compensamos el tiempo perdido. ¿Ok? ;)

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Tiene un mensaje nuevo

Luis - Vivo n Canarias: puse q vivía n Madrd xq quería conocer gente.
Xacobe - Pero entonces no vives n Madrid? :S
Luis - ...Nop
Xacobe - Vives n Canarias??? ¡Ay mi madre!
Luis - Sorry
Xacobe - Ok. Bueno, te dejo que tengo que estudiar. Ya hablamos.

Xacobe a finalizado su sesión

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Sergio - ¿Seguro que no estarán tus compañeros de piso?

Lucía - No. Hoy se van a una discoteca en la que sólo admiten chicos. Llegarán borrachos perdidos sobre las 7 de la mañana así que tenemos la casa para nosotros solos.

Sergio - ¿Pero saben que voy a su piso no?

Lucía - Si, pero piensan que llegas mañana por la mañana y que vienes para mi fiesta de cumpleaños.

Sergio - ¿Puedo hacerte una pregunta?

Lucía - Claro

Sergio - ¿Porqué no les dijiste que llegaba hoy y que vamos a pasar la noche juntos?

Lucía - No lo sé. Creo que... creo que no me sentía cómoda. Ellos me preguntarían si estoy segura y me harían dudar, me dirían que esto no es sensato y me sentiría insegura. Y no quiero ¿Sabes lo que te quiero decir? Siempre cuido de hacer lo correcto, de tomar los caminos por los que no me hago daño. Esta vez quería que fuese diferente, cerrar los ojos y hacer lo que me apeteciese. Mañana cumplo 25 años... pues quiero que tú seas mi locura de los 24. Acostarme con un chico al que apenas conozco y con el que no tengo ninguna oportunidad de futuro, hacer el amor contigo y preguntar después. ¿Es tan malo?

Y Sergio la besó.


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Oscar - ¿Y Xaco?

Alex - Lleva toda la tarde encerrado en la habitación con el ordenador.

Oscar - Ya... no lo está pasando muy bien desde que lo dejó con el brasileiro

Carol - ¿Pero tenían algo?

Oscar - ... yo que sé, esto es Madrid... aquí el término relación no está muy definido.

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Juan - Dios... me... me... ah.... ah...... ahhhhhhhhhhh!!!

Josete - fsfdfewffefef

Juan - Dios..... lo siento...... ah..... Toma..... aquí tienes toallitas húmedas........ nen... lo siento... Intenté avisarte!....

Josete - Lo sé ;)

Juan - ;) Oye... tienes aquí un poco de...

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Próxima parada... San Lorenzo

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Sergio - ¿Así que vivís aquí?

Lucía - Si, aquí vivimos todos.

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Suena el timbre

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Oscar - Vale son Estefanía y Joaquín. Xaco ¿Estás bien?

Xacobe - Tío el único tío que me parece majo por Internet y resulta que es de Canarias.

Carol - ¿Y para que buscas a un chico de Canarias?

Xacobe - ¡Porque no era de Canarias! Es decir... si lo es, pero en su perfil puso que era de Madrid.

Alex - Igual es que no hay gays en Canarias

Carol - Si, es que allí esa especie no se da, no te jode.

Estefanía - ¡¡Hola!! Perdón por llegar tarde, es que no sabía que vestido ponerme

Joaquín - ¿Y el resto?

Oscar - En realidad llegais temprano, os dije las 9 contando con que llegaseis a las 10. Tomad, hay tres bolsas de globos por hinchar.

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Timbre

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Xacobe - Son Raquel, Iria y Marcos.

Oscar - Voy sacando el alcohol. ¿Alguien sabe dónde está Juan?

Estefanía - Hay Joaqui estás tan bueno. ¿Tú seguro que eres gay?

Joaquin - Si...

Estefanía - Mmm, que pena, mira que brazos Alex.

Alex - ¿Pero eres gay de nacimiento?

Carol - No Alex, se hizo gay en Marzo, pero en Abril vuelve a ser hetero

Estefanía - Ojalá

Raquel - ¡¡Hola Rosca!!

Oscar - ¡¡Hola peque!!!!

Xacobe - Juan está ya en las escaleras, este se fue a follar, ya verás. Hola, yo soy Xaco

Marcos - Oye Oscar, ¿Y aquí sois todos gays?

Oscar - Si Marcos ¿Nunca viste tantos juntos eh? :)

Marcos - No tío, sólo cuando enciendo la tele.

Alex - Hay tía yo que sé. Hay gente que sale del armario a los 30 y ha estado con mujeres, ¿Esos también son gays de nacimiento?

Carol - Esos son retrasados de nacimiento, nada más.

Estefanía - ¿Y tú nunca te acostaste con una chica Joaquín?

Joaquín - No...

Juan - ¡¡Hola a todos!!

Iria - Oye Oscar y... ¿A qué hora llega Lucía?

Oscar - Tiene que estar a llegar

Raquel - ¿Pero ella no sabe nada de la fiesta no?

Xacobe - No, ella cree que es mañana

Iria - Y el chico ese que viene mañana ¿Cómo es? ¿Lo viste?

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Tras la puerta....

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Lucía - No, no, quieto, aquí no

Sergio - Mmm, dios, me encantan tus pechos

Lucía - Jajaja, para para, me haces cosquillas.

Sergio - ¿Si? ¿Tienes cosquillas por aquí?

Lucía - Tío así no doy encontrado las llaves

Sergio - Jajaja pues lo hacemos aquí

Lucía - Si claro... y la vecina Lola se muere de un infarto

Sergio - Seguro que hace tiempo que no ve algo así

Lucía - Wow... Dios, ¿Vienes armado eh?

Sergio - Viene de serie

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Mientas tanto...

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Xacobe - Hay Dios. ¡Callad! Escuchad, hay pasos en las escaleras.

Oscar - ... ¿Es ella?... no, no es, hay un chico. Deben de ser los de arriba

Carol - Ahm... creo que no son vuestros vecinos.

Estefanía - Hay dios mío...

Raquel - ¿Y ahora?

Iria - ¿Ese es Sergio?

Oscar - Eso espero

Juan - ¿Y si se dejó aquí las llaves?

Marcos - Pues me da que lo van a acabar haciendo en el pasillo

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Lucía - Tío creo que me dejé las llaves en casa

Sergio - ¿Y no está ninguno de ellos en casa?

Lucía - No, se fueron a cenar. Voy a llamarlos a ver si Juan está cerca con el coche

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Xaco - ¡Creo que ha dicho que nos va a llamar! ¡Ponerlos en silencio!

Raquel - ¿Y qué hacemos? ¿La dejamos fuera?

Oscar - Alguien debiera abrir

Iria - Pues la pobre se va a morir de la vergüenza

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Lucía - ¿Juan?

Juan - Dime

Lucía - ¿Estás cerca de casa? Es que creo que me dejé las llaves dentro de casa

Juan - Pero mujer ¿No tienes ningún cerrajero que te abra la puerta?

Oscar - Juan tío

Lucía - Oye Juan creo que hay gente en casa

Juan - ¿En serio? ¿Y estás sola?

Lucía - Pues claro... tío me estoy acojonando, escucho risas

Juan - Haber si entraron en casa con tus llaves

Lucía - Juan no jodas, que hago

Juan - Pues no sé ¿Y Sergio?

Lucía - ¡Sergio llega mañana!

Juan - ¿Y viene armado?

Lucía - ...¿Qué?

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Un mar de risas estallaron en el apartamento, Lucía se puso roja como un tomate, la puerta se abrió y un sonoro ¡SORPRESA!! se hizo eco en el edificio entero

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Lucía - ¡¡Joder tíos que capullos!!! ¡¡Me estaba acojonando mazo!!

Xacobe - Pues al principio no parecías muy asustada guapa...

Lucía - ¡Dios! ¡Raquel, Iri, Marcos!

Raquel - Hola cielo. ¿Trabajando hasta tarde no?

Iri - Cariño en Coruña no eras así ¿eh?

Lucía - Dios calla, que vergüenza...

Oscar - ¿Qué? ¿No nos lo presentas?

Y ahí estaba Sergio, sintiendo como su cara se iba poniendo de todos los colores de la bandera gay, más rojo que nunca, entrando por la puerta grande. Esa noche salimos todos juntos hasta las 8 de la mañana y Sergio y Lucía no pudieron practicar el sexo hasta llegar a casa. Quien sabe, quizá fueron las doce horas de contención sexual que tuvieron que sufrir juntos esa noche lo que hizo que la vida de ambos cambiase para siempre. Por lo pronto a la mañana siguiente sólo hizo mención a uno de los regalos.

Lucía - Chicos me encantaron los regalos pero necesito que devolváis uno de ellos

Y tendió la caja de condones tamaño estándar sobre la mesa.

Lucía - Necesito una talla más

Oscar - ¡Felicidades pequeña!