miércoles, 30 de marzo de 2011

Sexo en Madrid _ 2x00 _ Anteriormente...


¿Cuándo???

Hace mucho tiempo erase una vez 4 amigos: Juan, Lucía, Xacobe y yo.

Conocí a Juan en una cita a ciegas preparada por internet. Lo nuestro fue desamor a primera vista y tres citas después ya sabíamos con certeza que nuestra relación sería más vertical que horizontal. Lo que nadie sabía es que un mejor amigo te podía llegar desde la ciber-realidad.

En mi primer día de universidad no hubiese encontrado mi clase de no haberme cruzado con Lucía. Esa morena explosiva con cazadora de cuero sería mi compañera de clase, mi compañera de piso y cuidaría de mis pasos como ese día durante el resto de mi vida.

Conocí a Xacobe siendo el novio de Juan. Me gustaría contar que fue bonito pero lo cierto es que lo descubrí en un baño en lo que a mi me gusta llamar una situación "a cuatro patas" (nota mental: cerrar siempre con cerrojo). Un año después habrían roto, al año siguiente tendrían "sexo libre" y los seis restantes optarían por una relación a cremallera cerrada... casi siempre.


¿Dónde???

En Madrid. Aunque todos nosotros nos conocimos en Galicia y en distintos momentos de nuestras vidas, sería este quinto personaje el que nos uniría en un mismo punto, tiempo y lugar. Así, Madrid y nosotros nos conocimos una tarde de Agosto del 2008. Así, ese día, los cuatro comenzábamos el primer capítulo de nuestras nuevas vidas.


¿Porqué???

Juan a sus 30 años es un hombre pegado a tres cosas: a su Iphone, a su moto y a mi. Trabajaba de Agente de Seguridad en Galicia, cuando supo que me iba a la capital, desapareció durante dos días y volvió con los papeles firmados de su traslado a la oficina central.

Jacobo era de Ourense. Cansado de que allí su apellido fuese "marica" "muerde almohadas" o "torcido", y una vez finalizado un curso de formación superior, decidió que se trasladaría a la capital a estudiar publicidad hasta que su pueblo natal fuese capaz de asumir que alguien se había escapado del armario.

Lucía había estudiado ADE conmigo. Consecuente con su formación se trasladó a la capi para buscar el principio de su proyección profesional. Creo que el día que mandó su primer CV la palabra crisis se estrenaba en los periódicos.

Yo decidí tirar por tierra 4 años de licenciatura empresarial para comenzar con mi verdadero sueño: El mundo audiovisual. Tras una entrevista en el CES mi nombre constaba en las listas de admisión y colgaba mochila de nuevo. Eso y una relación a distancia con mi ligue de ese verano llamado Nacho.


¿Qué???


Si. Venga va, os lo resumo.

En mi primer año en Madrid estaba inmerso en una relación a distancia con Nacho pero al final del verano siguiente decidí que para amar a alguien a quien no se ve ya hay un Dios. El segundo curso empecé a trabajar en una discoteca de Chueca que me hizo "conocer varón" cada noche y cada día, acabé el curso de cine y empecé como becario en los Estudios Solpor. En medio de esta vida concilié un novio/ligue francés llamado Vincent que me duró unas tres semanas y al que le regalé mis primeros cuernos. Sí, Madrid me había cambiado, pero había algo que no logró robarme, el recuerdo de Nacho... así las Navidades nos volvieron a juntar y nuestra relación quedó suspendida en un contigo ni sin ti.

Juan?? En una versión española de novia a la fuga Juan experimentó en Madrid el síndrome de la carencia afectiva. Por ello nunca había buscadores gays suficientes a los que suscribirse, ni páginas pornográficas lo suficientemente completas para relajarse ni chicos lo suficientemente buenos como para llegar a casarse. Por el altar pasaron Carlos, Javi y Josete. Sin embargo nada ni nadie logró sacarle la sensación de estar lejos de casa. Aquello que los gallegos llaman morriña se filtraba por cada poro de su piel. Por ello cada mes cogía su coche y ponía GPS destino Coruña.

Lucía?? Cualquiera que conociese a Lucía en la facultad sabía que el futuro de Lucía no tendría techo. De Lugo a Coruña y de Coruña a Madrid. Una vez envuelta en 6 millones de habitantes dejó su currículum en 6000 empresas, pero la crisis financiera la dejó en un mal trance así que tras 6 meses optó por ganar experiencia y por un sueldo de 600 euros aceptó un puesto de becaria en una sucursal financiera. En la parte cándida de la vida dejó el hábito victoriano y vivió la experiencia del sexo libre bajo la mano de un italiano que dominaba la mejor de las lenguas romanas. Una vez le dio la extradición al italiano se fue a Castellón con Juan para tomarse unas vacaciones y volvió con un prematuro bronceado y una sonrisa en la cara. Se llamaba Sergio y lo que empezó siendo un coqueteo de miradas se convirtió en una marea de llamadas diarias durante semanas y semanas.

Xacobe?? Jacobo, quiero decir, Xacobe, vio en Madrid la oportunidad de rellenar todos sus vacíos existenciales, los agujeros de su alma y sus necesidades vitales, todo junto. Y como Madrid tenía mucho que ofrecer y Xacobe mucho que aceptar, ambos se cogieron de la mano siendo este el principio de una gran amistad. A medio camino se cruzó con un brasileiro de 42 años que aparentaba 32 y vivía como uno de 22. Y como todos queremos aquello que no podemos tener Xacobe eligió como polvo de repetición al único madrileño que antes de ponerse un anillo se hacía un edema. Tras la frase de nos estamos conociendo Xacobe y el "brasi" se quedaron en la primer fase una de cualquier relación: el me caes muy bien pero vístete pronto que después viene otro. Cuando el ego de Xacobe se vio en peligro se sometió a un proceso de desentoxicación haciendo que sus días dejasen de ser jornadas a puertas abiertas para evolucionar a algo mucho mayor.


¿Cómo?

La vida no entiende de semáforos en rojo y en una ciudad de 6 millones de habitantes con todos los semáforos en verde está claro que en un momento o en otro... algún accidente tenía que haber.

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