jueves, 20 de enero de 2011

SEXO EN MADRID x05: Sexo y Comida


Una de las primeras cosas que uno se plantea al llegar a la ciudad es si la Comunidad de Madrid regala a todos los gays un bono para ir al gimnasio. ¿Es que las tabletas de chocolate ahora vienen de serie?

Cuando era joven yo y mi estómago teníamos un acuerdo muy saludable: yo le daba el chocolate y ella me daba la tableta. Sin embargo un día te miras al espejo y descubres que alguien se ha saltado el pacto: tu le sigues dando chocolate y ella te devuelve una especie de bizcocho hinchado.

Ese fin de semana los cuatro habíamos ido a Ohm. Sin embargo, además de las mandíbulas de los presentes, algo no encajaba... envueltos en una nube de cocaína todos los cuerpos tenían un 0% de grasa y un 50% de ropa.

En medio de la confusión distinguí a un ex rollo que había conocido en Coruña.

ExRollo: ¿Oscar?

Oscar: ¡¡Hola!! ¿Qué haces aquí?

ExRollo: ¿No recuerdas cómo me llamo verdad?

Oscar:... No, lo siento... ¿David?

ExRollo: Carlos

Oscar: Carlos!! Carlos! Es verdad...

Tres cuartos de hora y tres vodka negros después volvimos a los 18 años, sólo que esta vez...

ExRolloCapullo: Vaya... te has dejado a la buena vida eh...


Haciendo flexiones...

Oscar: ¡¡Y me tocó la barriga!!!

Lucía: Venga seguro que no se refería a eso...

Oscar: La frase ""te recordaba más delgado"" te dice algo??

Xacobe: Veis... por eso me acuesto con gente más mayor que yo. Para ellos que tengas la piel en su sitio es suficiente.

Oscar: Y para ti que tengan dinero

Lucía: Agg...


Paré para tomar el aliento y observé bien el Retiro

Oscar: ¿Lo veis? ¿Donde están todos los gays haciendo ejercicio? Los gimnasios aquí valen 60€ y este es el único parque donde puedes hacer ejercicio sin que te atropellen. ¿Es que vomitar vuelve a estar de moda?

Xacobe: No, ahora se lleva la anorexia, que no te estropea los dientes.

Lucía: Igual tienen su gimnasio personal en sus pisos

Juan: ¿Gimnasio en un piso de Madrid? En ese espacio viven 20 inmigrantes.

Oscar: ¿Desde cuando eres racista?

Juan: Cada uno en su país. No soy racista, soy ordenado.

Xacobe: Dale a alguien una porra y querrá poner a cada uno en su sitio.

De los músculos al racismo. Desde luego Madrid nos estaba cambiando.


Al día siguiente nadie podía moverse del sofá. Me dolían músculos que no sabía que existían. Después de dos horas frente a la televisión Xacobe cogió el teléfono.

Xacobe: Hola buenas tardes, quería una ensalada oriental...

Oscar: Xaco!! No!!!

Lucía: Y una de arroz frito tres delicias!!!!

Juan: Y pídele una de ternera con salsa de ostras y pan chino.

Lucía: Si, dos panes chinos y una de pollo con nueces

Xacobe: Jajaja

Oscar: Capullos... bueno, a la mierda los rollitos de primavera de los 18 años. Pide una de ternera con bambú y otro pan chino.

Y así acabamos los cuatro aquella tarde de domingo. Con comida oriental en la mesa y una preocupación agridulce en el estómago... ¿Tendríamos mañana que volver a hacer ejercicio?

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