martes, 26 de enero de 2010

Cada día sueño


Cada día suena el despertador; frío, metálico, inhumano.

Cuando desnudo enciendo el agua dejo que el vao me abraze pero las duchas matutinas dejaron de llevarme a historias de ensueño. Luego sostengo mis tazas regaladas, cada una etiquetada a un recuerdo, y sorbo a sorbo me pregunto si no estaré demasiado lejos.

Las paradas pasan fugaces, la gentre entra y sale y yo dejé de escuchar música en el metro. No veo el amanecer, no siento el aire puro de la mañana, veo a gente con sus agendas y periódicos tremendamente atadas a una realidad que se me hace ilógica. Me prometo que mañana cogere el bus.

Entonce comprendo porqué cada vez leo más libros, veo más series o películas. Me cuelo así, cada vez que puedo, en un trozo de vida ajena, en sus risas y lágrimas. Por que hace tanto que no veo a nadie llorar; hace tanto que no escucho una sonrisa que no me suene a hueco, hace tanto que no siento un abrazo... que al sentir melancolía me asusto y lo comprendo.

Entonces me meto en cama y asesino el silencio, hasta que el sueño me vence, y todo empieza de nuevo.

Las grandes ciudades tienen eso, un aliento solitario, noches rosadas, constantes decibelios, ojos muy abiertos, pasos apurados y miles de almas que no parecen encontrar su hueco.

1 comentario:

  1. No te imaginas lo bien que me ha sentado leer tus entradas. En concreto ésta, me ha tocado la vena sensible. Precisamente la frase "Me cuelo así, cada vez que puedo, en un trozo de vida ajena, en sus risas y lágrimas"...es lo que llevo haciendo 3 meses, desde que la persona a la que entregué mi corazón, me dio un portazo en las narices. Ya hay películas que me sé de memoria, me he visto en 3 meses más de 4 series completas...

    Podría ponerme a comentar cada párrafo que has escrito, y decirte que es exactamente lo que me pasa a mi. Pero sólo voy a desmigajar el último. Estos meses he estado en una ciudad pequeña (Aix-en-Provence) y te puedo asegurar que también hay un aliento solitario, noches rosadas, incluso con mis compañeros de piso, los decibelios también se mantienen constantes. Mis ojos han permanecido abiertos muchas noches, pensando en la persona equivocada, pero con incluso más miedo de cerrarlos, porque ya llevo 1 mes en el que cada noche, esa persona aparece en mis sueños.

    Mi vida vuelve a cambiar, toca o bien comenzar de cero o bien sufrir, eso lo decido yo. Pero de nuevo, de nuevo volveré a tener eso que te brindan las grandes ciudades. Hay muchas almas, pero precisamente por el hecho de haber tantas, podemos inmiscuirnos entre ellas sin ser vistos, podemos conseguir la soledad que nos impulse hacia un nuevo futuro, NUESTRO futuro.

    Me han dado ganas después de leer todo ésto, de reiniciar mi blog. Ese blog que dejé porque comencé a tener una vida real, una vida ajena a mi querida pantalla del ordenador...esa vida, fue una utopía, y como bien me dijiste, intento volver a mis orígenes para encontrar el punto de apoyo que me ayude a continuar.

    1abrazo y hasta pronto

    (el nuevo parisino)

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