lunes, 26 de enero de 2009

VOLVIENDO ATRÁS






Siempre temí esas notas. Como si al hacerlo una vorágine de sentimientos se desatasen de la costa donde debieran bararse de por vida y me asolasen de tal forma que nunca me lograse recuperar.

A cada nota se agolpan los recuerdos, momentos a tempo lento que mi corazón escogió importantes, y mi cabeza, imposibles de olvidar. Algunos reales, otros creados por necesidad.

El espigon de rocas saliente de la playa donde nací, caminando de noche hasta mar adentro, con las notas que siempre me llevan a ti. Recuerdo sentarme mirando las estrellas, implorarte un abrazo, una noche en tu regazo o las palabras que cubriesen los vacíos que me condenaste a no poder llenar.

Y ahora, que los años han corrido y que no albergo grandes culpas; por que me veo buscándote cada vez que miro las pupilas de un niño, sé que no lo conseguí, que no aprendí a curarme las heridas, que aún libro batallas contra fantasmas, te escribo cartas al viento y que no encuentro el camino que me deja vivir sin volver la vista atrás.

Y cada vez que suenas me giro y me compruebo a mi mismo que aun vivo alerta de que algún día aparezcas por detrás para darme todo el calor sin el cual no parece que logro avanzar.

1 comentario:

  1. Nunca olvides que atrás sólo hay que volverse para tomar impulso...
    Me gustó el blog, me alegra ver que el chico más simpático del campamento tiene también una sensibilidad especial :-)
    Seguro tus pasos te llevarán lejos en tu "way".

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