domingo, 4 de abril de 2010

ESPERA, PARA O SIGUE.



Y volvemos a no estar.

Desenredamos nuestros dedos, rompemos el abrazo, te beso temiendo que sea el último, te miro, te sonrío y recojo mi maleta, una vez más... Y tu te quedas... y yo regreso a mi lugar.

Pero... ¿Se puede encontrar a nuestra edad? ¿Y si tú eras para mí un yo para ti por la eternidad?

Pienso en que va hacer dos años que cruzamos nuestros pasos... y aún separados mi corazón sigue encendiéndose sólo cuando tú estás. ¿Y si nunca se apaga? ¿Y si no lo logra encender nadie más?

A veces la lógica resolutiva me dice que el amor es la respuesta a una necesidad universal emocional pero... ¿Cuántas parejas ven en quien tienen al lado a la persona con la que deben estar? ¿Todos ven a un marido, a una casa, a un coche, a hijos, a un trabajo y a una vida por estrenar?

Nos atrapan los años. Tus 20. Mis 23. Los estudios. Los trabajos. La distancia. Y entre tantos escombros me cuesta avanzar por que ya ni encuentro los días para conseguir una oportunidad. Y en medio de nuestro mundo en ruinas a mi se me antoja seguir caminando, seguir volviendo a ti y a no dejarte marchar. ¿Y es juesto para ti? ¿ Y es justo para mí?

Entonces me pregunto si quiero ser el hombre que dejó escapar el amor persiguiendo un sueño. Y la pregunta es grande. Tan grande que su sombra me hace oscuridad.

Le pido a un joven desconocido que me ahogue en su cuerpo y que no me bese de verdad, deseo que diga tan rápido su nombre que a su término no lo haya ni escuchado. Su cercanía y su calidez me escuecen: no quiero besos el cuello, quiero ni caricias en la espalda, quero fuerza, tensión y violencia entre dos cuerpos. Por que del amor al sexo mantengo siempre una gran distancia. Una distancia justo de 600 km, justo la que nos separa.

Y yo sigo mi vida a la par que la tuya, ambas en un perfecto paralelo. Como si el sól amase a la luna y sólo ansiase poderse eclipsar. No tengo respuestas a tantas preguntas y no sé si algún día la vida me las podrá contestar.

Pero yo te quiero, y en mi pecho llevo un anillo de plata del que no me quiero separar.

1 comentario:

  1. Estas nostalgias que recreas recordando todos los momentos compartidos con una ex-pareja, ayudan poco cuando lo que se quiere es fortaleza, determinacion, confianza, coraje, llegar a la comprension de que todo ha terminado, pues de esto es de lo que se trata en la siete etapas de duelo, es decir prepararse para enfrentar la ruptura de una relacion no? Quiero decir si os poneis a llenaros de recuerdos y nostalgias, no sales de la etapa en que te encuentres. Sacadme de la duda, no seria mejor tratar de cambiar el pensamiento, dirigirlo hacia un futuro sin esa persona?

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